Resulta que me han regalado unas cuantas calabazas grandotas.
Después de quitarles las pepitas, pelarlas y trocearlas han pesado 6 y 9.6 kg. ¡Y esas eran las más pequeñas!
¡Aún me quedan dos más grandes!🤯
Así que tenía que hacer algo con ellas (a parte de congelarlas) y me he decantado por las galletas... De momento.
No quedan como las típicas galletas que crujen, sino como bizcochitos y está buenísimas.
Vamos al lío:
Ingredientes:
- 100 gr de calabaza cocida
- 150 gr de harina
- 50 gr de aceite de girasol
- 1 cucharada de miel (si lo queréis con azúcar, serían unos 80gr)
- 1/2 cucharadita de canela
- 4 gr de levadura en polvo
Modus operandi:
- Cocemos la calabaza en agua hirviendo durante 20 minutos. Dejamos enfriar.
- Encender el horno a 170°
- Cuando la calabaza cocida esté fría la ponemos en un bol y machacamos con un tenedor.
- Añadimos los ingredientes restantes y mezclamos bien.
- Como la masa se queda más bien pegajosa, con una cuchara vamos sacando trozos de masa y poniéndolos en la bandeja del horno en la que previamente hemos puesto papel vegetal.
- Con la propia cuchara intentamos estirar la masa y dar un poco de forma de galleta.
- Introducir en el horno durante 15 minutos.
- Sacar del horno y enfriar las galletas en una rejilla.
Espero que os guste.
Buen provecho!
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